Y poquito a poco vuelves a sonreír,
ya no duele tanto,
ya la herida está cicatrizando,
ya los días comienzan a tener color,
ya la apatía se vuelve entusiasmo,
ya el desánimo se convierte en motivación,
ya del dolor se va apoderando el bienestar
y todo comienza a fluir nuevamente
en paz, armonía.
Ya todo se va recomponiendo
y vuelves a la carga,
más fuerte, más libre,
con más deseos de cuidarte
a ti misma, de perdonarte,
de quererte
y seguir adelante como
si nada malo
te hubiese pasado.
Ya concluyó esa etapa oscura
de tu vida,
te das cuenta que tienes
que seguir,
que todo está bien,
que todo va a estar bien.
Los malos momentos,
no son eternos y
es maravilloso
comenzar de nuevo.
La vida no es siempre
de color de rosa
pero puede ser de un
verde esperanza intenso.
Con sus cosas buenas
y malas lo importante
es vivirla, que venga lo
que tenga que venir
y se vaya lo que no
haga falta,
a fin de cuentas,
lo mágico es
¡Vivir!
Texto: Juany Melián@
Gracias por tu visita.
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